El nombre de CAÑALVA procede de la unión de Cañamero (CAÑ) y Álvaro (ALVA).
Nombre muy comercial y que representa “EL SITIO Y LA HISTORIA DE NUESTRO VINO”
La pasión que Calixto y Clara, otorgaron a los vinos elaborados con amor y respeto por la tradición, continúan hoy en día conquistando paladares en todo el mundo, consolidándose como una marca que honra su historia mientras mira al futuro con ambición.




BODEGAS CAÑALVA
Proceso de elaboración
Vendimia
Una vez alcanzado su punto óptimo de maduración, cada racimo es cuidadosamente seleccionado de nuestros viñedos a mano.
Las uvas son transportadas con delicadeza hasta la bodega, donde se someten a un segundo y exigente control de calidad antes de iniciar su meticulosa transformación en vino.

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Elaboración
Diferentes tipos de elaboración darán lugar a una amplia gama de excelentes vinos.
Desde el clásico encubado de mostos con sus pastas para la vinificación de tintos, hasta el despalillado, estrujado y fermentación del mosto yema para los blancos.
Sin olvidar la tradicional vinificación de nuestros característicos vinos de pitarra, emblema de nuestra tierra.
Crianza
Nuestros vinos envejecen en barricas de roble francés, fabricadas artesanalmente por maestros toneleros. En su interior, los vinos inician un proceso de crianza y estabilización que aporta complejidad, elegancia y carácter.

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De la bodega a tu copa
Tras un envejecimiento en madera que oscila entre los 6 y los 24 meses, llega la hora del embotellado y su posterior crianza en botella. Allí reposan completando su afinamiento hasta su total afinamiento y redondez.

Nuestro entorno
A los pies de las montañas de Las Villuercas, en pleno corazón del Geoparque Mundial UNESCO Villuercas-Ibores-Jara, se encuentra Cañamero, un enclave privilegiado al sureste de la provincia de Cáceres, en la frontera natural con Badajoz y muy cerca de la provincia de Toledo.
Este territorio es un mosaico de paisajes: bosques de encinas y alcornoques, campos de retamas, jaras y cantuesos, y un patrimonio histórico que parece brotar entre la naturaleza. Aquí se conservan castros celtas, pinturas rupestres, cuevas con formaciones cársticas, restos romanos como los de Talavera la Vieja, castillos medievales y rincones que conservan el alma de los antiguos pobladores.
En el corazón de esta comarca se alza Guadalupe, declarada Conjunto Histórico-Artístico, que acoge al imponente Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe, Patrimonio de la Humanidad, mandado construir por Alfonso XI tras su victoria en la Batalla del Salado.
Cañamero ha sido siempre tierra de paso y asentamiento. Su ubicación estratégica entre sierra y llano, la abundancia de agua, sus vegas fértiles y los valles orientados en múltiples direcciones le han otorgado desde tiempos remotos un valor especial.
Hoy, gracias a una excelente red de carreteras, estamos a solo tres horas de Madrid, y somos un alto en el camino para quienes viajan hacia joyas extremeñas como Guadalupe, Trujillo, Mérida o Cáceres.
Quien nos visita se lleva imágenes imborrables, sensaciones únicas… y, por supuesto, una botella de los afamados vinos de Bodegas Cañalva, nacidos en un entorno que imprime carácter y autenticidad.
BODEGAS CAÑALVA
Así nace la calidad de nuestros vinos
EL VIÑEDO
Bodegas Cañalva elabora sus vinos exclusivamente con uvas procedentes de sus propios viñedos, situados entre los 600 y 700 metros sobre el nivel del mar, en terrenos de pizarra pobre que aportan mineralidad y carácter. Las condiciones climáticas, con una pluviometría media de unos 1.000 litros anuales, favorecen un equilibrio ideal entre maduración y frescura.
Actualmente contamos con 20 hectáreas de viñedo, distribuidas en dos fincas, donde cultivamos variedades seleccionadas que nos permiten ofrecer vinos con personalidad propia.
Finca Carrascal Bajo (20 hectáreas)
Viñedo conducido en espaldera, pensado para maximizar la calidad del fruto. En esta finca cultivamos las siguientes variedades:
Tempranillo
Cabernet Sauvignon
Verdejo
Sauvignon Blanc
La altitud, el tipo de suelo y el cultivo controlado se traducen en vinos que expresan con fidelidad el origen y la autenticidad de nuestra tierra.
LA VITICULTURA
En Bodegas Cañalva entendemos que el gran vino nace en el viñedo, por eso aplicamos técnicas de viticultura que priorizan la calidad frente a la cantidad. Nuestra formación de viñedo es en doble cordón Royat, con 3 pulgares por brazo (6 en total), y de cada pulgar nacen 2 varas. Solo dejamos un racimo por vara, lo que da como resultado 12 racimos por cepa: uvas concentradas, sanas y equilibradas.
Este rendimiento se controla gracias a dos podas clave:
Poda de invierno, que da estructura a la planta.
Poda en verde, realizada en primavera, donde eliminamos brotes y racimos en exceso. Aunque una cepa puede brotar entre 40 y 50 racimos, solo dejamos un máximo de 12. Esta práctica, exigente y artesanal, es fundamental para obtener uvas de máxima calidad.
Vendimia nocturna
Nuestra vendimia es manual y se realiza durante la noche, cuando las temperaturas son más frescas. Así, la uva llega a primera hora de la mañana a la bodega en condiciones óptimas, evitando fermentaciones indeseadas provocadas por el calor y conservando todo su potencial aromático.
Este modelo de viticultura supone altos costes de producción y una menor cosecha por hectárea, pero garantiza una calidad excepcional en cada botella. Es una decisión consciente y firme: en Bodegas Cañalva, apostamos por la excelencia desde la raíz.